miércoles, 14 de octubre de 2009

BALDÍO



Lo que fuera mi leonera de jugar
creció conmigo como cuarto de inventar
la inteligencia de consumir el presente
quemando futuros que, al vuelo,
se trocaban en hoys igualmente imperfectos.

¡Prisas de vivir, amalgama de ráfagas de ayer,
ahora y luego que busco sin querer y causo aposta!

Oficiamos el domingo el recuerdo
de diez años del muerto hermano,
que anda en una eternidad sin tiempo ni cuerpo,
a la espera de una noséqué gloriosa
resurrección de su carne.

En la liturgia me rodean caras parecidas a la mía,
que brotan en personas de mi propia sangre.
¡Confusión de delirios en el solitario inventario
del tercer sueño baldío de hijos!

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