La luna que no es,
vino con el tercer sueño y vino malo, sueño malo. Vino amargo.
Caras
de antes, traidores, sitios imposibles, gente de plomo.
Cuarenta
y cinco años para diez de soledad:
¡brasas
de carbón de encina!
Mi
tierra se inundaba, enguachinada por la vena abierta
en
la concreta pared del embalse de la vega de Granada.
Mujeres
e hijos en antracita. Violencia y rencor.
El
odio africano de la máscara avarienta envenena
sus
pellejos colgantes.
Fortifico
La Casería con mis manos,
que cimbrean varas de avellano sobre la espalda del
eunuco impostor.
Indulto
los yerros de quienes llevan mi sangre.
Condenación
a los avernos para la bruja y a su petimetre colgante.
¡Serán pasados por las
armas de mi pluma! ¡Ajaré sus vanidades!
Morirán
tal como viven, vestidos con la armadura de la mentira.
¡Mal
rayo les parta!
Te
lo dije: la luna es el sol
¡Realidad,
sueño,
las dos cosas son!
( Fotos de Marie Cosindas )