Nadie debe considerarse competente en cuestiones literarias.
Es imposible encontrar una opinión más eficaz que la
crítica conciencia personal del propio autor.
El maestro Chéjov recomendaba:
Tachar sin piedad,
brevedad y
bordar sobre el papel.
Marco Aurelio, el emperador filósofo, aconsejaba:
Borrar la imaginación,
contener el impulso,
apagar el deseo y
sujetar las riendas...
Uno, en su modestia, se permite indicar a quienes preguntan:
Perdone usted a cuantos le han ofendido. Y póngase a
escribir. Sólo así, usted a solas, sabrá si sirve para ello.
Muy profundo, y muy buenos consejos...
ResponderEliminar¡MUCHAS GRACIAS, AMABLE AMIGA DE LA CÓLERA! ME FALTA UNO: SÓLO LOS IMBÉCILES Y LOS CHARLATANES CREEN COMPRENDERLO TODO...ME PARECE QUE LO ESCRIBIÓ CHÉJOV...
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