La luna que no es,
vino con el tercer sueño y vino malo, sueño malo. Vino amargo.
Caras
de antes, traidores, sitios imposibles, gente de plomo.
Cuarenta
y cinco años para diez de soledad:
¡brasas
de carbón de encina!
Mi
tierra se inundaba, enguachinada por la vena abierta
en
la concreta pared del embalse de la vega de Granada.
Mujeres
e hijos en antracita. Violencia y rencor.
El
odio africano de la máscara avarienta envenena
sus
pellejos colgantes.
Fortifico
La Casería con mis manos,
que cimbrean varas de avellano sobre la espalda del
eunuco impostor.
Indulto
los yerros de quienes llevan mi sangre.
Condenación
a los avernos para la bruja y a su petimetre colgante.
¡Serán pasados por las
armas de mi pluma! ¡Ajaré sus vanidades!
Morirán
tal como viven, vestidos con la armadura de la mentira.
¡Mal
rayo les parta!
Te
lo dije: la luna es el sol
¡Realidad,
sueño,
las dos cosas son!
sueño,
las dos cosas son!
( Fotos de Marie Cosindas )
Un amigo, poeta consagrado, me dijo una noche en una intensa conversación de esas que tienen cuerpo, como el buen vino reserva... que la poesía la buena poesía, omite lo obvio.
ResponderEliminarPues aquí me encuentro con tus palabras, duras, amargas, iracundas, construyendo un grande, perfecto poema que me ha ralentizado el paso de la sangre en las venas.
Bravo Manuel... Bravísimo!!!.
Mi beso lleno de cariño y admiración.
¡Gracias María! Se ve que he vuelto de vacaciones con ganas de obviar lo obvio. Tu comentario es tan halagador como excesivo... Un beso muy fuerte.
ResponderEliminarHola Manuel amigo poeta, tus versos son profundo y llenos de fuerza y solera.
ResponderEliminarEscritos a borbotones con alma, corazón y vida desde tus entrañas con sangre roja del corazón.
La luna es el sol, luce con su luz y el sol es hermano de la luna.
El sol y la luna, sol y sombra.
Un abrazo fraternal de MA.
Feliz Fin de semana.
¡Gracias MA! Como siempre, entiendes muy bien mis impulsos en la escritura. Abrazos fraternales
ResponderEliminarVersos cargados de dolor e ira compañero
ResponderEliminarBueno ya no molesto más te dejo el penúltimo beso